COSMOVISIÓN Y ESPIRITUALIDAD
Lo que hoy conocemos como cosmovisión mapuche es la sumatoria de diversos aportes de culturas propias de la región pampeana y de otras foráneas. En esta cosmovisión, la figura de Futa Chao está asociada a lo masculino y femenino, a lo viejo y a lo joven. Muchos hermanos nos hablan del anciano, su esposa la anciana y sus hijos jóvenes.
Hay hermanos mapuches que cuestionan la idea de un solo Dios viviendo en un mundo superior como si fuera el cielo, por lo cual prefieren valorizar la figura de la Ñuque Mapu o Madre Tierra.
Otro tema interesante dentro de la cosmovisión mapuche es la presencia de diversos planos los cuales conforman el Universo. El número de planos es variable (va desde cuatro a nueve) y esto se puede observar en los rewe (poste sagrado que utilizan las machis, y que preside las ceremonias) los que presentan diferente cantidad de escalones según la región y la comunidad donde se los encuentra.
Todas las versiones coinciden en mencionar a cuatro planos del Universo: Meli Ñom Wenu (Cuatro lugares de Arriba) o Wenu Mapu (la Tierra de Arriba) ligado al Bién. Luego el Anka Wenu (Medio Arriba), ligada al Mal. Estos dos planos corresponderían al Mundo Invisible, lo Sobrenatural ó la Otra Realidad. Después encontramos a la Mapu (Tierra), el plano intermedio, lugar de los hombres y todos los seres vivos. Este plano correspondería al Mundo Natural y contendría tanto al Bien como al Mal. Finalmente la Minche Mapu (Tierra de Abajo), es el Inframundo, ligado al Mal y también partícipe del Mundo Invisible, lo Sobrenatural o la Otra Realidad.
Existen otros planos, algunos de ellos relacionados con la energía espiritual del nombre o pulli. Cada nombre recibe esta energía y si el hombre no la cuida o no es fiel a su esencia, puede enfermarse o incluso hasta perder esa energía que vuelve a su lugar en el Universo.
Cuando la persona muere, de acuerdo a su conducta enfrenta dos caminos posibles: si se ha comportado de acuerdo a los valores de la cultura irá al Wenu Mapu pero si no vivió respetando esos principios, su alma caerá en los mundos malignos.
Todos los hombres son parte de "una misma alma" y cada hombre debe cuidar el pedacito que le ha tocado. Si no lo hace perjudica a todos los demás generando un desequilibrio que puede extenderse a otros elementos del Universo.
En la cosmovisión pampeana encontramos la figura de Walichu cuya traducción al runasimi o quechua significa “¿has hecho bien? ”. Depende de nosotros, de nuestros actos si Walichu nos va a ayudar o castigar. Lamentablemente con el tiempo y por influencia cristiana esa figura quedó asociada al mal, a lo diabólico y hoy en día cuando se habla de ella se lo relaciona con brujería, enfermedades, “trabajos” y mal de amores.
Sin embargo en el relato acerca de la creación del hombre, podemos apreciar que hubo una época en que estas dos entidades espirituales, Futa Chao y Walichu, de origen tan distinto, aparecen como hermanos. Hoy ni siquiera eso son, uno es bueno (positivo) y el otro es malo (negativo).
Walichu también está presente a la hora de la muerte y es él quien va a decidir el destino del muerto de acuerdo a cómo obró durante su vida.
Finalmente, muchas veces percibimos en estas cosmovisiones y en sus relatos de origen la influencia cristiana, por lo cual debemos ser muy cautos a la hora de analizar y hablar sobre el tema.
Todos los hombres son
parte de "una misma alma"
VALORES
En las Pautas de Organización (Reglamento) de la comunidad incluidas oportunamente en el documento de aprobación de la Personería Juridica, se consignan los mecanismos de inclusión de sus miembros:
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Por incorporación natural y espontánea en virtud de unión, casamiento, nacimiento en el seno de alguna de las familias miembros de la comunidad
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Por deseo de las personas aspirantes a formar parte de la comunidad y que den muestra acabada de vivir de acuerdo a nuestros valores ancestrales, es decir:
Tener espíritu comunitario
Ser solidarios
Ejercer el principio de reciprocidad
Respetar y defender la naturaleza (lof)
Respetar y cuidar a los ancianos
Tener en cuenta la dualidad entre el hombre y la mujer
Educar con amor y sin violencia de ningún tipo a nuestros niños
Vivir de acuerdo a nuestra esencia buscando el equilibrio
y la armonía por sobre el odio y el rencor
Reafirmarnos desde la espiritualidad y la cultura
por sobre toda perspectiva materialista y folklórica
EL MITO DE LA CREACIÓN DEL HOMBRE
Hay un relato pampeano que cuenta cómo el hombre fue creado por error. Es una narración que presenta elementos de distintas culturas (mapuche, günün a küna y cristiana), resultado de un momento histórico en el cual se encuentran entre sí diversas cosmovisiones surgiendo una espiritualidad que recoge esos aportes: encontramos a Futa Chao o Gran Padre, propio de la cosmovisión mapuche. También está Walichu (el hacedor del bien y del mal), entidad espiritual de muchos pueblos pampeanos. Y a estos sumamos el "momento de la creación " similar al relato bíblico.
El mito cuenta que un día Futa Chao decide bajar por el Camino de las Estrellas o el Rio del Cielo (La Vía Láctea, Huenu Leufú) hasta la Tierra (la Mapu). Allí se puso a observar todas sus creaciones; en determinado momento comienza a jugar con barro formando figuras muy similares a los humanos, pero lo que no vio fue a su hermano menor, Walichu, el que también había bajado por el Camino de las Estrellas. Walichu que era muy travieso, sopló sobre el hombro de Futa Chao y le dio vida a las figuras de barro. Esto atemorizó y enojó a Futa Chao quien se decide a perseguir a su hermano.
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Walichu se sube a un Choique gigantesco y huye por el Camino de las Estrellas. Futa Chao toma de su cintura la boleadora de tres piedras y se la arroja al Choique. La boleadora envuelve las patas del animal sagrado y lo voltea junto a Walichu. Al caer, el Choique apoya su garrón y los tres dedos de su pata marcando en el cielo lo que hoy conocemos como la Cruz del Sur; por su parte la boleadora con sus tres piedras también golpea el cielo, dando origen a Las Tres Marías, que forman parte de la Constelación de Orión.
Con Walichu en el piso, Futa Chao sube corriendo por el Camino de las Estrellas y en la mitad del trayecto toma un gigantesco cuchillo de oro con el cual corta definitivamente el camino que unía el Mundo de Arriba con el Mundo de Abajo.
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A partir de ese momento Futa Chao queda en el Mundo de Arriba y Walichu en el Mundo de Abajo castigado por su travesura. Él desea ser perdonado, por lo cual intenta por todos los medios hacer desaparecer a los hombres, pero éstos al verse amenazados, aprendieron desde entonces a ser cuidadosos, a no andar solos, por lo cual se volvieron comunitarios y a encender fuegos para que el humo lleve sus pedidos a Futa Chao.
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